Psicología, UNMSM
Facultad de Psicología
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

LA PRIMERA ENTREVISTA

Cecilia Martínez

 

La integración de las formas de comunicación vigente en y desde el primer encuentro permitirá comprender niveles más profundos de la motivación inconsciente del paciente y, por lo tanto de su enfermedad. Una actitud de atención libre flotante del analista ofrece al paciente el espacio para desplegar su problemática interna haciendo posible el desarrollo de una escena inconsciente.

En la primera entrevista, es factible acceder a la información condensada que proviene de la comunicación verbal, emocional y del conjunto de vivencias que se dan entre ambos participantes en la sesión. La autora lo considera un diálogo inusual porque se intenta que el paciente transmita las perturbaciones de su personalidad a fin de que el profesional se forme una impresión de su magnitud y a la vez de las posibilidades de tratamiento posterior.

Shapiro, desde la perspectiva de las relaciones objetales, propone en referencia a los fenómenos inconscientes que aparecen desde la sesión inicial que se trata de una disponibilidad para la transferencia, para diferenciarla de la definición estricta del término en el contexto del tratamiento propiamente dicho.

La problemática intrapsíquica se actualiza en la relación con el otro y este proceso ocurre desde la entrevista inicial. Es posible que el especialista capte no sólo desde la comprensión consciente, sino también desde los procesos preconscientes de percepción y pensamientos, datos que por su intensidad y complejidad difícilmente podrán ser abarcados en su totalidad.

En ese contexto, Schubart plantea que el encuentro entre el paciente y el analista no es una entrevista inicial, ya que ese nombre corresponde más al modelo anamnésico clásico, y por eso prefiere llamarlo primera consulta psicoanalítica.

La primera entrevista tiene una importancia fundamental para el paciente ya que para la mayoría será su primera experiencia en psicoanálisis. Winnicott, quien trabajó con niños, señaló que es un acceso único al mundo interno del sujeto y si se desperdicia esa oportunidad la esperanza de ser entendido se fragiliza en él. Martínez anota que en los adultos se dan vivencias similares.

            En la entrevista hay tres fuentes de comunicación. La primera es la objetiva y contempla los datos personales, hechos biográficos y particularidades del paciente. Los datos subjetivos provienen del significado emocional que el paciente da a su comunicación en el contexto del encuentro con el analista. Éstos aparecen entrelazados con los datos objetivos y permiten una comprensión más personal y psicológica del paciente. La tercera fuente de información es el conjunto de vivencias, sentimientos y representaciones que el paciente moviliza en el analista, que usualmente no es verificable pero surge de la evidencia situacional. La información escénica, por su característica preconsciente, no aparece muchas veces en los protocolos, a pesar de que cuando logramos articularla suele ser muy reveladora y permite completar la compresión global.